07/02/2017
El Itagra desarrolla un sistema para recoger las 455 toneladas de residuos plásticos de uso agroganadero que se producen cada año / Soluciona el problema que supone la gestión de estos restos a los 1.400 ganaderos de la provincia
El Consorcio Provincial de Residuos de Palencia ha decidido dar solución a las toneladas de residuos plásticos que se generan en las explotaciones agropecuarias procedentes de ensilados y cuerdas, y que en su mayoría y a pesar de las exigencias de la Junta de Castilla y León, no se gestionan correctamente. Principalmente porque se trata de pequeñas explotaciones que generan poca cantidad de residuos plásticos y por tanto son casi invisibles a los ojos de los gestores autorizados. «La realidad es que en su mayoría estos plásticos acaban en la basura o se queman», asegura Asier Saiz Rojo, director del Itagra, el Centro Tecnológico al que el Consorcio encomendó el reto de hacer un diagnóstico de la situación y buscar soluciones.
«La idea era buscar un sistema integral que resolviese el problema a ganaderos grandes y pequeños y que evitara la acumulación de este tipo de residuos en la provincia», señala. Porque los ganaderos, sean grandes o pequeños, tienen la obligación de deshacerse legalmente de esos plásticos, aunque «ahora mismo no tienen posibilidad de hacerlo». Este es, según el investigador, un problema que se repite en toda España y que es más preocupante en comunidades como Castilla y León por la dispersión geográfica de las ganaderías. Sin embargo a día de hoy no se ha realizado ningún estudio como el promovido por el Consorcio. «Es un proyecto realmente innovador», asegura. Porque Palencia es la primera provincia que lo hace, porque se han obtenido datos de producción de plásticos, se ha averiguado lo que hace actualmente cada ganadero con los suyos, y se han propuesto dos alternativas viables que dan solución al problema de 1.400 explotaciones que hay en la provincia.
Para hacer un diagnostico de la situación, lo primero era saber qué cantidad de explotaciones ganaderas hay en la provincia, su tamaño y distribución; el tipo de plásticos que se utiliza, de empacado, ensilado en bolas, ensilados en trincheras y ensilados cilíndricos; y qué cantidad de residuos se generan. «No hay ningún estudio en España que diga qué producción de plásticos hay por ganadero o por unidad de ganado», insiste el investigador.
En base a todos los datos obtenidos se estableció una ratio entre la cantidad de residuos y el número de cabezas de ganado de cada explotación y se constató, por ejemplo, que en la zona sur de la provincia hay más residuos que en el norte porque se consumen más forrajes ensilados, ya que en el norte hay hierba para pastar casi durante todo el año. El dato es que una vaca de leche produce 6,42 kilos de residuos plásticos ganaderos al año, mientras que una vaca de carne produce 3,58 Kilos y una oveja 0,64 kilos al año.
Teniendo en cuenta el número de ovejas y vacas que hay en la provincia se concluyó que hay zonas donde se producen mil toneladas, otras en las que se producen entre seis y diez toneladas y zonas en las que se llega a las 30 toneladas al año. Y que en total en la provincia de Palencia, cada año se producen 455 toneladas de residuos plásticos.
Pero además se vio que el 54% de los ganaderos tienen este residuo amontonado en su explotación sin saber qué hacer con él; el 12% lo tira a un contenedor, lo que repercute negativamente en la gestión posterior en el CTR; otro 12% lo quema, con el impacto medioambiental que eso supone; y solo el 8% tiene un sistema de recogida adecuado.
Por último se hizo un estudio económico de los costes, en el que previamente se analizó la predisposición de los ganaderos a trasladar su residuo o a pagar por este servicio. Viendo que el 74% estaban dispuestos a trasladar sus plásticos a un punto de recogida y un 70% aceptaba pagar hasta 50 euros para que se lo recogieran, se estudiaron dos alternativas.
La primera consistió en dividir la provincia en 15 comarcas y establecer un punto de recogida colectivo donde los ganaderos pudieran llevar sus residuos. Y la segunda, que finalmente ha sido la elegida, propone un modelo de recogida «puerta a puerta» en el que el gestor vaya a cada ganadería siguiendo una serie de rutas establecidas. Las ventajas de este sistema son que el ganadero no tiene que transportar sus residuos, que cada ganadería se responsabiliza de los suyos, y que no se requiere personal en los puntos de recogida colectiva. Los inconvenientes, itinerarios del gestor más largos, menor frecuencia de recogida y mayor coste logístico. «Pero aunque sea más caro logísticamente, se asegura la viabilidad del modelo, porque cada ganadero se responsabiliza de su residuo», asegura Saiz Rojo.
Por último, se realizó un estudio de los costes, que dependerán del número de ganaderos interesados y del precio del petróleo, ya que estos plásticos se reciclan y será el precio del petróleo el que determine su valor. De ahí que se haya establecido una horquilla de entre 20 y 75 euros al año, una tarifa plana que tendrían que pagar los ganaderos independientemente de la cantidad de residuos que generen. «Con un 60 por ciento de los ganaderos el modelo ya sería viable», asegura el director del Itagra, que insiste en que con este sistema no solo se estarían gestionando correctamente los residuos, sino que también se evitarían impactos ambientales negativos y se obtendría un material que se recicla, ya que el 80% del plástico de ensilado es reciclable, con lo que en este proyecto «no todo son costes, también habría ingresos por la venta de ese plástico».
Por Contenedores Castro
Fuente: diariodesoria.es (ver noticia)
